Quien iba a
pensar que mi vida cambiaria totalmente en solo un día. En la mañana comienzas
como un estudiante en una universidad nueva y en la noche eres un fugitivo de
un par de matones con ojos rojos y de unos policías que vienen con estacas.
Mi nombre es
Richard, vivía en estados unidos con mis papas y estudiaba electrónica avanzada
en mi preparatoria. Después de graduarme, platique con mis padres para irme a
vivir a Guadalajara, Jalisco, localizado Mexico. La razón principal era para
estudiar Mecatrónica avanzada, ya que, platicando con amigos me recomendaron
mucho una universidad de allá.
(Gracias!!!!. Por
hacerles caso, ahorita estoy en líos).
Mi primer día de
clases, me levante temprano, me bañe y me aliste lo mejor que pude. Cuando
termine aún faltaba hora y media para entrar, así que prendí el televisor. Al
faltar media hora, Salí de mi casa y llegue puntual a mi primera clase.
Iba todo bien en
mis clases, el único problema es que había una chica y unos chavos más grandes
que yo, que no dejaban de observarme. En receso, ese par de chicos me tumbaron
al pasar a mi lado, y extrañamente la chica, que estaba como a 10 metros de mí,
me abrazo y evito que me cayera. Le iba a dar las gracias, pero cuando me di la
vuelta ya no estaba. No volví a ver a ese trio en el resto del día.
Como primer
proyecto escolar, me tuve que quedar en la escuela con unos compañeros. Termine
mi trabajo, fui a la cooperativa por un late y me dirigí hacia la entrada para
irme a mi casa.
De pronto esa
pareja de maleantes aparecieron de la nada y me comenzaron a empujar. Les dije
que no quería problemas, pero en ese momento vi como sus ojos cambiaron de
color hasta volverse de un rojo brillante. Lo único que hice fue cerrar los
ojos y esperar lo peor. En ese momento escuche unos golpes y la voz de una
chica. Cuando abrí los ojos vi a la chica que me había salvado de caerme en
receso, y al par de ojos-rojos tirados
en el piso.
La chica se me
acerco y me dijo – hola Richard, me llamo Astrid. Tenemos que irnos antes de
que se levanten estos matones y nos eliminen-. En ese momento escuchamos una
sirena de patrulla y salimos corriendo hacia una calle lateral a la universidad.
Cuando pensé que
todo había acabo, vi que los policías nos perseguían, pero llevaban en las
manos algo parecido a… ¿unas estacas?
En ese momento le
grite a Astrid que me explicara que estaba pasando, que no podría soportar esto
en mi primer día. Al dar vuelta en una esquina, perdimos a los policías, y
Astrid se me acerco hasta casi besarme y solo me dijo – soy una vampira, y tu
estas en un gran peligro…
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